viernes, 9 de octubre de 2009

Pequeñas, medianas y grandes cosas...


El tiempo... A veces nuestro enemigo, otras, nuestro aliado... Es aquello que de pequeños nos olvidamos y de viejos lo convertimos en nuestro mejor amigo, el mejor quizás, porque sabemos que el no nos abandonará, que cuidara de los nuestros, de los suyos de los nuestros que al fin y al cabo son nuestros también.

El tiempo lo ralentizamos, lo saboreamos en algunos instantes...En otros, lo maldecimos por su rápida velocidad pero nos equivocamos porque somos nosotros, las personas, las que les ponemos velocidad a este individuo: despacio, deprisa, despacio, deprisa... él siempre va a la misma velocidad constante... Porque nació así y nadie pararlo ni acelerarlo. Por tanto es un error culparlo de sucesos que nos ocurren, que ojala no hubieran ocurrido.

El tiempo... ese que manda en nuestras vidas...