domingo, 17 de julio de 2011

En tres días te puede cambiar la vida... (o tres meses)

1
Indudablemente, no te voy a soltar...
Te lo dije y te lo repito, diez, cien, mil... las veces que hagan falta. Quiero que estés a mi lado y con eso lo tengo todo.
Da igual la distancia, los minutos, las horas que estemos sin vernos, da igual todo. Lo que somos tu y yo no lo es nadie. Nadie romperá lo que rompimos, ni traspasará fronteras como lo hicimos. Nadie nos va a sonreír mas.
Pero no importa. Solamente tú y yo.

(...)

2

Ese minuto y esa hora... en la que te perdí..

Ahora sí, importa la distancia, importan las gentes, los momentos en los que perdimos todo.
¿Acaso yo fui la culpable de llegar hasta aquí?
¿Acaso tú me quisiste en algún momento?
Quiero abrir mentes, entrar y buscar... Tú último aliento. Ese que me regalaste. Ese que me quitaste.

(...)

3

Nos escondemos para volar, para sentir nuestros cuerpos, para volver a decir "te amo"... y todo sin que nadie nos escuche. Volvemos a ser uno, eso sí, son los pies en el suelo...
Que los errores del pasado no vuelvan a ocurrir
Que volvamos a soñar como antes de ayer... ¡Y pretendemos llegar más lejos!
¿Alguien vio alguna vez tanta ambición?
Nadie. Somos nosotros los que nos comemos el mundo.
Y las gentes se preguntarán:
¿ Alguien vio lo que ocurrió anoche?
Sí. Volvieron a ser uno.

jueves, 14 de julio de 2011

¿Inseguridades?

Ahora que te tengo, lo mas normal es que te pierda...

pero va a ser que no :)

lunes, 4 de julio de 2011

Como me vas a explicar...

¿Cómo me vas a explicar, 
di, la dicha de esta tarde,
si no sabemos porqué 
fue, ni cómo, ni de qué 
ha sido, 
si es pura dicha de nada?
En nuestros ojos visiones, 
visiones y no miradas,
no percibían tamaños, 
datos, colores, distancias.
De tan desprendidamente 
como estaba yo y me estabas 
mirando, más que mirando,
mis miradas te soñaban, 
y me soñaban las tuyas.
Palabras sueltas, palabras, 
deleite en incoherencias,
no eran ya signo de cosas, 
eran voces puras, voces
de su servir olvidadas.
¡Cómo vagaron sin rumbo,
y sin torpeza las caricias!
Largos goces iniciados,
caricias no terminadas,
como si aun no se supiera
en qué lugar de los cuerpos
el acariciar se acaba,
y anduviéramos buscándolo,
en lento encanto, sin ansia.
Las manos, no era tocar
lo que hacían en nosotros,
era descubrir; los tactos
nuestros cuerpos inventaban,
allí en plena luz, tan claros
como en la plena tiniebla,
en donde sólo ellos pueden
ver los cuerpos,
con las ardorosas palmas.
Y de estas nadas se ha ido
fabricando, indestructible,
nuestra dicha, nuestro amor,
nuestra tarde.
Por eso no fue nada,
sé que esta noche reclinas 
lo mismo que una mejilla
sobre este blancor de plumas
-almohada que ha sido alas-
tu ser, tu memoria, todo,
y que todo te descansa,
sobre una tarde de dos,
que no es nada, nada, nada.




Poema que refleja un momento que no sé si ha terminado. Una pena que la vida no avance... ¿O no?