viernes, 26 de octubre de 2012

Y punto y final. Ni he muerto ni lo haré. Ni cumpliré mis sueños ni te volveré a querer...

Este es el tercer y último capítulo de mi muerte en una semana. El titulo lo dice todo. Por tanto no tengo más que añadir...

Si que puedo resumirlo todo en una frase: quien te quiere te busca. A pesar de todo. No puedes esperar a que lo hagan. Yo lo hice y mira como quedé: sola, silenciosa y sin nada que guardar.
Aviso a todos: no todo el mundo piensa igual y mucho menos actúan como quieres que actúen.

FIN

martes, 23 de octubre de 2012

Te quiero. Si me muero mañana

Paso a paso. Descalza.
Aunque los cristales duelan y no estés para curarme.

Firme. Decidida.
Las lágrimas recorren mis mejillas.
Las traspasan, las hieren...

No puedo mirar atrás.
No puedo,
No puedo aunque me muera
de ganas

Daba mi vida, sí. Por abrazarte de nuevo. Porque vuelvas...
a mi lado
Pero, creo que aún no llegó mi hora.
Creo.

lunes, 22 de octubre de 2012

Probablemente muera sin cumplir mis sueños.

Ya no me caso. Ni tendré un huerto, ni una pecera. Ni siquiera tendré un hijo, llamado Pablo, con el que tanto soñé despertandonos entre sabanas blancas...
Probablemente no pueda vivir mañana sin recordarte. Probablemente... te eche de menos.

Sí, lo haré. Día tras día. Y aunque quiera retroceder, seré fuerte. Por que esperaré a que seas tú la que me haga cambiar de opinión. Pero eso eso será dentro de mucho tiempo...

Hoy he descubierto algo peor que la muerte: el matarte en mi vida y que sigas viviendo. El no poder tocarte, aún sabiendo que estas cerca. El no poder hablarte...
Y lo peor es que ni siquiera me lo prohibes, sino que soy yo: la asesina


lunes, 8 de octubre de 2012

Como una persona tan pequeña hizo sentirme tan grande

Grande. Tanto que me hizo cambiar.

A veces las palabras sobran. Gestos, acciones... todo sobra. A veces, solo a veces las miradas no bastan. El saber que quieres a alguien, el querer y no poder, sobra.
A veces te quedan los recuerdos; nada mas que eso para revivir los momentos que, eso sí, SIEMPRE te hicieron sonreir...
Y es que cuando acaba el "a veces", comienza el "siempre"... De ti, de nosotros depende que a partir de ahora sonriamos con el "siempre"

Pero nunca, nunca olvides que el "siempre" te hará temblar.
Nunca olvides que las historias de amor, si son verdaderas, no terminan, simplemente se pierden.

domingo, 7 de octubre de 2012

Que la vida es eso...

Arranca. Sin prisa pero sin pausa. Se oyen los pájaros en la oscuridad de la noche. Y solo tú. Tú y yo. Y me susurras al oído: carpe diem, disfruta del momento...
Te contesto: que la vida es eso, disfrutar el momento. Tú formas parte de todos mis momentos.
Tú, eres mi momento...

miércoles, 3 de octubre de 2012

El día que no cumplí veinte años...

... Me felicitaron, casi todas las personas importantes me desearon un buen día y los conocidos simplemente se acordaron de mi.
Fue un tres de octubre del dos mil doce. Por supuesto, la primera que se acordó de mi fue mi madre porque las madres... Son las madres. Y el año que ella no sea la primera, no será año o empezará esa etapa en tu vida en la que te los empiezas a quitar...
Me dejé dormir. A las doce y media. Para entonces, aquellos a los que quiero dejaron patente que se acordaron de mi.

Las siete. Mientras me acicalo y subo a la facultad, me dan las ocho. Veo a mis compañeros y me felicitan. Sí, me cantan cada vez que me ven
.. empiezan a ser importantes en mi vida. Mientras, el móvil echa humo. Pero cada vez va quedando menos gente y el dia empieza a ser uno, como otro cualquiera.

Me tomo una cocacola, con mi madre, evidentemente. Y vuelvo a casa. Por el camino pienso en la gente que me falta, en aquellos que saben que faltan en un día tan especial. Me acuerdo de todos ellos.

Llego a casa. El cansancio puede conmigo. Duermo... y sueño. Sueño que estoy en el pueblo, en la escuela, que llevo chucherías a mi clase y que mis compañeros me  alaban, simplemente por haber nacido.

Las cinco. Creo que es hora de comer: ensaladilla. Rusa pero echa aqui en España, por mi abuela. Mi hermano está contento: en mi casa quien hace los años, manda ese día. Yo no estoy en casa y no porque no me hubiese gustado... Así que hay un vacío de poder.

Esta noche tengo barrilada con mis compañeros. Algunos dicen que no la olvidaré. Tranquis, no olvidaré ninguna de nuestras noches.

Buen día, teniendo en cuenta que he llegado a cumplir años hasta en un coche, camino de mi casa.
Pero... algo falta, y es que aún no he soplado ninguna vela. Y por eso sigo teniendo diecinueve.