miércoles, 25 de abril de 2012

Contra el fuego, agua.

Que bonito volverlo a ver. Volver a ver como construyes con nuestras cenizas otra historia...

Pero no habrá más. Seré invencible. Soy invencible.
Mientras, mis recuerdos van cayendo por aquel agujero que no cerré,
pero yo no caigo. Soy invencible.
Cojo aire y lo reparto entre todos los que realmente están aqui.
Tú no estás y me da igual. Soy invencible.
Sonrío tanto que ilumino el camino forjado día a día con las lágrimas que nunca salieron... Sonrío para todos.
Eso me hace más invencible.

Soy tan invencible que el dia que vuelvas me daré la vuelta para verte la cara. Volverlo a ver. Y regalarte las cenizas que me quedé para que construyas las historias que te de la gana.

Porque soy invencible. Y los que somos así no necesitamos encender fuego.

martes, 10 de abril de 2012

Hay días malos, días que crecen en un charco de lágrimas...

Ella, al borde del abismo, notó como el tiempo corría por sus venas. Tiempo derrochado, perdido, tardío... Esfuerzo en vano.
Luchar por algo imposible era apasionante en las películas, simplemente porque en la mayoría de ellas el final era feliz. Pero la vida es distinta señores. La vida es eso, la vida. Y los imposibles pueden quedarse donde están: lejos.

Ahora ella llora, al borde del abismo, preguntándose porqué un día lo dejó todo para conseguir eso, un imposible.