sábado, 17 de marzo de 2012

Orgullo... Lo que te llevaste

Aguardo entre bastidores. No me gusta esperar...
Gritan mi nombre y salgo. Lo doy todo.
Termina la función. Recojo las felicitaciones y los besos del público.
Me gusta que se arrastren como perros. Porque sé lo que es arrastrarse ante tú Dios.
Y que os mire... Esa, es la mirada que nunca olvidas. Y ya puedes enamorarte, una y mil veces pueden dispararte pero ese momento en el que tu ídolo clava su mirada en ti... No lo sustituye nada.
Me gusta que lloren en los momentos inesperados. Eso es sinceridad y sentimiento.
No me gusta que haya gente conocida. Ellos saben realmente como soy: saben que me gusta arrastrarme con ellos, tender la mano y reír, aunque el día esté nublado. Ellos saben que soy alcanzable para todos. Que soy fácil...

Nada es lo que parece.

Yo sigo intentando hacerme una coraza nueva para ser mas fuerte. Una que nadie la traspase. Pero cada vez es más complicado. Siempre hay alguien que queda dentro de mi al ponermela. Esas personas son las importantes. Las que no miran por encima del hombro, las que no se arrastran, las que lloran conmigo...

Esas son las que me quitan el sueño. Las que no me gustan porque, en cierta medida, dicen la verdad...

Me gusta que el mundo siga pensando que soy inalcanzable...

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