martes, 10 de abril de 2012

Hay días malos, días que crecen en un charco de lágrimas...

Ella, al borde del abismo, notó como el tiempo corría por sus venas. Tiempo derrochado, perdido, tardío... Esfuerzo en vano.
Luchar por algo imposible era apasionante en las películas, simplemente porque en la mayoría de ellas el final era feliz. Pero la vida es distinta señores. La vida es eso, la vida. Y los imposibles pueden quedarse donde están: lejos.

Ahora ella llora, al borde del abismo, preguntándose porqué un día lo dejó todo para conseguir eso, un imposible.

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